Este es quizás el aspecto de la Diosa más difícil de comprender y de integrar ya que va en contra de nuestras enseñanzas culturales. El aspecto dinámico y activo de la naturaleza femenina que promueve el cambio y la transformación hace balanza con el aspecto estático, el materno que, aunque promueve el crecimiento, es esencialmente protector y conservador.
Ambos son importantes también en el desarrollo psicológico. Los dos tienen que ser conscientemente integrados si una mujer quiere estar abierta a unas posibilidades sanas en unas circunstancias concretas. Cuándo proteger y nutrir? Cuándo dejar partir relaciones y actitudes? Tratar con cuestiones así requiere un intrincado equilibrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario