La gente cree que depende de lo que ocurre para su felicidad, es decir, que depende de la forma. Ellos no se dan cuenta de que lo que ocurre es lo más inestable del universo. Cambia constantemente.
Miran al momento presente como si estuviera dañado por algo que ha ocurrido y no debió ocurrir, o como si fuera deficiente por algo que no ha ocurrido y debió ocurrir.
Y así pierden la perfección más profunda que es inherente a la vida misma, una perfección que está siempre aquí, que está más allá de lo que está ocurriendo o no , más allá de la forma.
Acepta el momento presente y descubre la perfección que es más profunda que cualquier forma, que además, ante el tiempo, permanece intacta.
La alegría de vivir, que es la única felicidad verdadera, no puede llegar a ti a través de ninguna forma, posesión, logro, persona o suceso, a través de nada que ocurra.
Esa alegría no puede llegar a ti, nunca. Emana de la dimensión sin forma que hay en tu interior, de la conciencia misma y, por tanto, es una con quien tu eres.
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