El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

lunes, 1 de diciembre de 2014

La muerte iniciática o la noche oscura del alma. Alonso del Río (Hombre medicina)- 1ª Parte



La muerte iniciática es un evento casi inevitable en la vida de muchos místicos, shamanes o sanadores. Los relatos acerca de ella están presentes en la mayoría de las culturas del mundo. Es el sello de legitimidad de un auténtico proceso evolutivo. Representa el punto de quiebre, el antes y el después en la vida de alguien que gracias a un proceso de maduración natural le toca dar un paso más y emprender un camino sagrado.
 En esta zona de los andes peruanos se considera como el más grande reconocimiento de los espíritus y poderes de la naturaleza cuando una persona es tocado por un rayo. Si sobrevive, a partir de ese día gozará de por vida de esta “bendición” y los miembros de su comunidad lo reconocerán como un hombre o mujer sagrado. Alguien que tiene el permiso de realizar apropiadamente las ofrendas para la Pachamama.


En México tiene la imagen del “granicero”. En la amazonía, la mayoría de los verdaderos curanderos no “decidieron” ser curanderos por que es un buen empleo. La mayoría, -sobre todo los mejores- sufrieron alguna enfermedad mortal. Tal vez alguna enfermedad desconocida o provocada por algún brujo o quizá una mordedura de víbora  lo cierto es que tuvo que haber un detonante de primer orden para que movilice todos sus recursos y la persona tenga que hacer un esfuerzo supremo para salir adelante. Generalmente para vencer una enfermedad terminal o el daño fruto de la brujería uno tiene que dietar intensamente durante mucho tiempo. Es entonces que cuando logra vencer la enfermedad ya se encuentra a más de medio camino de ser curandero y el tramo restante aunque no más fácil por lo menos ya se ve conocido.

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