l'evento - Biagio Antonacci

... me quedé en silencio, sintiendo todo mi ser lleno con esa irradiación, mientras él me habló diciendo: "Quiero que sepas, Almitra, que no he venido para buscar las palabras pronunciadas ayer, ni las pasiones aún no presenciadas , del mañana.
He venido, más bien, absorbido por el momento, el Ahora: porque este instante eterno es el lugar de nacimiento de las edades, y así, contiene por completo aquello que se llama el tiempo dentro de la infinitud de su propia atemporalidad.
Ay!, porque tanto el ayer como el mañana se reúnen en una comunión constante y silenciosa en el Ahora.
Y allí se mezclan y vacían sus espumantes vinos en los recipientes gemelos que ellos son, con la silenciosa confianza de que habrás de beber para yacer en un lánguido sueño y aceptar pasivamente el yugo que desean ponerte.

Mas, pon atención, porque una vez que el yugo esté uncido, será difícil de quitar, ya que el poder que tienen es tan grandioso como sutil.
El mañana y el ayer te parecerán, en tu intoxicación, como guías esenciales para tu propia existencia. Sin embargo, no hacen sino llevarte en círculos, en los que estás teniendo los sueños de tus mañanas con las obras de tus ayeres.
De este modo, crearás una tela que llevarás sobre ti como si fuera tu propia piel.
Ay, cuán extremadamente extrañas son las acciones en las que te involucrarían !

Y durante todo el tiempo en que estés absorta en completar estas acciones, seguirás sin percatarte de la verdad real de que tú eres precisamente tanto la tejedora como aquello que estás tejiendo.

Porque es cierto que tú has creado el tiempo y que lo has hecho con tus movimientos.
Sin embargo, tus diferentes movimientos tienen su origen en uno solamente, y él es la pulsación rítmica del momento infinito: el Ahora.

Almitra, abandona tus intentos de limitar la Vida dentro del momento. Desearía, más bien, que entendieras que cada momento representa un portal que puede llevarte hacia el espacio infinito, un espacio que está rebosante de Vida".

Kahlil Gibrán- La muerte del profeta