El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

lunes, 23 de febrero de 2015

La danza peregrina del alma



                                                      El Mandala del Ser

Adónde vamos cuando no estamos en el comienzo de nosotros mismos?

Todos nosotros, en momentos de gracias, hemos estado imbuidos de una sensación de maravilla, gratitud y amor. No es algo por lo que tengamos que trabajar. Estos sentimientos van mucho más allá de la satisfacción que podría derivarse de lograr un objetivo, conseguir un trabajo fantástico, ganar la lotería o incluso enamorarse.

Esta profunda alegría y goce, "la paz que supera toda toda comprensión", es en realidad nuestra experiencia innata cada vez que descansamos en el comienzo de nosotros mismos, sin conflicto en la conciencia, sin discutir con lo que es ni oponerle resistencia. Este es nuestro estado natural.

Sin embargo, es tan invasivo el condicionamiento de la autoprotección que nos distancia de nuestros sentimientos y de la inmediatez de nuestras percepciones, que casi inevitablemente retrocedemos a la estrategia básica de superviviencia de proyectar nuestra mente fuera del momento presente.

Esta en verdad nos protege, en alguna medida, sacándonos psíquicamente del lugar en que podemos ser heridos con mayor fuerza: el presente. Pero al mismo tiempo, el dejar el Ahora distacia nuestra conciencia de la Fuente y perdemos energía: el poder de encarar y sostener conscientemente cualquier sentimiento que se nos presente.

Este reflejo de autoprotección nos convierte en una especie de computadora que se retrotrae a su configuración automática cada vez que hay una sobrecarga.

Cuando estamos con sobrecarga, cuando hay algo que no queremos experimentar directamente, volvemos automáticamente en una fracción de segundo a nuestra programación de supervivencia.

Hacemos esto moviéndonos hacia el tiempo psicológico y la identidad psicológica que erróneamente creemos que somos nosotros.

El proceso es tan habitual que ni siquiera nos damos cuenta de lo que estamos haciendo.

Para aprender a vivir a partir de nuestra plenitud innata y nuestra más amplia autoridad natural, es necesario entender la naturaleza de las realidades psicológicas que nos retrotraen automáticamente una y otra vez.

Como dice el Tao Te Ching, " si quieres que algo se encoja, primero debes dejar que se expanda".

Al expandir nuestra conciencia de las formas en que huimos del presente, perdiendo conexión con el Ser esencial, empezamos a "encoger" el proceso de  autoevasión y así aprendemos a vivir más constantemente como quienes somos en realidad.

Podemos plantear nuestra indagación de la siguiente manera: adónde vamos cuando no estamos en el Ahora?.

Dr. Richard Moss. "El Mandala del Ser".

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