El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

jueves, 22 de marzo de 2018

El despertar femenino Vicki Noble


Vicki Noble, sanadora americana y escritora comprometida con el despertar del conocimiento femenino, expresa en su libro “Il risveglio della dea”:


En un nivel profundo y estructural las mujeres nos sentimos y ubicamos en un lugar inferior de importancia con respecto al hombre y tendemos a concederles la autoridad de pronunciarse sobre cuestiones fundamentales de nuestra vida.

Podemos reaccionar con cólera, sin embargo, en algún modo permitimos que sean ellos quienes nos definan. La mayor parte de los psicólogos y de los psiquiatras son hombres, como también la mayor parte de los ministros de culto; los hombres predominan entre los médicos así como entre los abogados y los jueces, los escritores y los intelectuales.

La opinión común nace casi siempre de la mente masculina y entra en la psiquis de masa a través de la televisión, las películas y los medios de comunicación controlados por hombres. Incluso después de veinte años de feminismo activo, nosotras mujeres, no tenemos casi idea de cómo retomar la posesión de la autoridad, que fue robada sistemáticamente para ser proyectada sobre los hombres, que en cualquier situación son considerados los expertos.

El ejemplo más evidente de cuánto la comunidad femenina se alejó de las propias raíces orgánicas, es la modalidad de parto que hoy día se practica. 

Llegamos a un punto tal de creer en nuestro desconocimiento sobre dar a luz. Nos da miedo, nos aterroriza, nos dirigimos a los “expertos “para que nos ayuden a hacerlo en el modo adecuado.

Nos trasladamos en ambientes estériles, privo de calor, lejano de la casa y de la familia, donde nos recostamos con las piernas levantadas y dejamos que un técnico remueva al neonato de nuestro cuerpo.

 Nos convencimos que en cualquier otro modo pondríamos en peligro a los niños que estamos dando a luz., nos convencimos que causaríamos un daño irreparable a nuestros hijos y nos demostraríamos irresponsables con respecto a ellos. Por lo tanto aceptamos en silencio los consejos del “doctor omnipotente y de sus asistentes de camisas blancas”, y como consecuencia cuando parimos nos sometemos a un sinfín de complicaciones.

 Vamos al hospital para sentirnos “seguras “, tomamos medicinas que nos “ayudan” a hacerlo mejor, observamos las reglas y nos dejamos aplanar y cortar nuestras partes sagradas para evitar “lastimarnos” y contaminar al pequeño.

Dónde está el animal en nosotras? Qué fue de nuestra naturaleza instintiva?
Cómo pensamos que han nacido chicos en todos los milenios antes que fueran inventados los hospitales y los hombres se apropiaran de la práctica del parto?
Es como si tuviésemos amnesia: simplemente no recordamos.

….. Perdimos la sabiduría instintiva que nos pertenecía por derecho hereditario biológico…. No se trata de volver al pasado sino de despertar los sentidos instintivos y la autoridad necesaria para accionar según aquello que nuestros cuerpos saben ser la verdad.

Traducción del italiano

1 comentario:

  1. Excelente articulo! Esto es asi porque en una cultura patriarcal las mujeres perdieron el ¨empoderamiento¨de sus cuerpos delegando el poder en el sistema sanitario para que decidieran por ellas.El embarazo no es una enfermedad y como tal debe ser tratado Lo mismo sucede con la inventada enfermedad: la menopausia que desde los años 90 hasta el 2000 se han tratado de enfermas a las mujeres que atravesaban por ese periodo de la vida. Tanto los médicos como la industria farmacéutica, unos medicando como esencial para la vida de la mujer y otros lanzando al mercado medicamentos para la terapia sustitutiva hormonal han atiborrado a las mujeres de sobredosis de hormonas sin explicar las posibles consecuencias de dicho tratamiento, como lo es el incremento del cáncer de mama y el de los riesgos cardiovasculares. Sin duda alguna también la ciencia de la salud y la industria farmacéutica con su interés a obtener beneficios, imponiendo y vendiendo productos aunque no sean necesarios, dispensa un trato desigual a varones y mujeres. Para ser definitivamente sujetos derechos las mujeres debemos visibilizarnos. De ser invisibles a ser protagonistas de nuestras propias historias, y esto también es aplicable a todo lo referente al derecho a la salud y a la calidad de vida por vivir. Defender la propia identidad, entre otras cosas, es defender la libertad de decidir sobre nuestro propio cuerpo y exigir que el mismo sea respetado y no permitir que ningún estereotipo nos condicionen. Maria Luján Abogada

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