El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

martes, 8 de septiembre de 2015

CALLAR, SABER, QUERER, ATREVERSE .- Alonso del Río



 Muchos se acercan queriendo aprender, sin Saber qué es lo que quieren aprender. Por eso antes de querer hay que saber. Sin embargo, para saber primero hay que callar. Solo así podemos atrevernos a sostenernos en el aire y completar la obra del mago que es quién se vuelve consciente en todo momento de los cuatro elementos, los cuatro abuelos, los cuatro altares.
El CALLAR invoca la humildad indispensable para la partida. No solo es dejar de hablar para escuchar a los que realmente aprendieron algo importante en la vida, también callar ese parloteo incesante de la mente inconsciente, que todo el tiempo está juzgando, midiendo, comparando, recordando su dolor, sus heridas.
Al callar ese absurdo monólogo creas el vacío necesario para que la mente se inunde de la verdadera sabiduría de la existencia. Cuando esto se da toda la energía desperdiciada en el inútil movimiento de tantas emociones estériles puede ser re direccionada hacia la conciencia, hacia la contemplación y ese es el comienzo del verdadero SABER.
 Solo cuando sabes lo que tienes que saber tienes la motivación suficiente para QUERER, pues el querer es la puerta del fuego y todas las pruebas que tendrían que venir vendrán.
 Ya solo te queda ATREVERTE. O te atreves a desplegar tus propias alas y a elevarte por encima de todo dolor y toda ilusión o te quedas quemándote en el fuego –hasta que te atrevas- si es que antes no huiste a refugiarte en las aguas. Este camino está probado y re probado por miles de hombres y mujeres que sintieron el llamado de la rueda. Me sonrío de quienes me creen capaz de inventar algo como los cuatro altares, mi imaginación no da para tanto.
Entre las personas que quieren aprender, muchas se imaginan que son las plantas maestras las que le van a resolver los problemas. Nada más equivocado. Ellas nos prestan la luz hasta que tu encuentres dónde está tu propia fuente. Ellas nos muestran los obstáculos pero nosotros somos quienes debemos removerlos.
Algunos se imaginan que el secreto está en cuantos litros o kilos de medicina te puedes tomar en un mes. Ingenuo error. Muchos ya se han dado cuenta que si no cumples la tarea que tienes pendiente lo poco que puede hacer la medicina es recordarte lo que sigue pendiente y no te dará más entendimiento hasta que la cumplas.

La medicina hace su parte pero tú tienes que aprender a hacer la tuya. El punto central es aprender a reconocer los patrones mentales que nos gobiernan y que implican muchos años de intenso (intensísimo) trabajo distinguirlos y disolverlos.
El verdadero caminante, vuela con sus dos alas, el amor y el dolor; la ceremonia y la vida.
Las ceremonias son una parte importante pero igual de importante es saber que hacemos cuando ese maravilloso nivel de conciencia se va perdiendo en el día a día y ya no nos acordamos ni del mínimo propósito.
Los patrones mentales los hemos creado durante años, así que demorará igual tiempo el verlos morir de inanición. Esto no se puede lograr –literalmente- de la noche a la mañana (en cualquier ceremonia).
Lo importante de la ceremonia es lograr la luz, el entendimiento que nos permita reconocernos y reconocerlos y luego, durante los días tratar de no caer en ellos, aunque sea reemplazarlos por otros menos dañinos.
Aprender a ver como la mente nos lleva a vivir siempre lo mismo: tener miedo, ansiedad, inseguridad, envidia, arrogancia, frustración, resentimiento, apatía, resignación, tristeza.
 Detrás de estas emociones se esconden cientos de patrones mentales que son únicos para cada persona. Por eso no puede haber una “fórmula general” pues cada uno debe hacerse responsable de reconocerlos y desenchufarlos.
Algún día entenderemos que muchas de estas emociones son respuestas condicionadas por experiencias anteriores, que debieron ser digeridas y evacuadas y que están siendo absurdamente retenidas en el intestino de nuestra mente. Por eso en la selva la gente no dice voy a “ceremonia”, dice: “voy a purgar” o “voy a tomar la purga” y otro nombre para el curandero es “el purguero”.
Pero una vez realizada la respectiva evacuación es entera responsabilidad nuestra decidir que seguimos ingiriendo en todos los niveles.
Despierta del sueño que alguien va a hacer algo por ti y Atrévete a tomar el timón de tu vida, observa tu mente y aprende a reírte de ella.

Gracias Alonso!!!!

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