El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

domingo, 22 de septiembre de 2013

¿QUÉ ES LA PAZ ? Rab. Sergio Bergman


¿De qué modo las generaciones de los hombres la han ido representando, desde lo 
simbólico, desde lo conceptual y desde lo retórico? Pensemos en dos ejemplos a la mano:
 la paz del Cielo, la paz del Señor…

 Los que descansan en paz… Y aquí me detengo. ¡Momento! Esa paz, entiendo, es mejor no tenerla, 
sino recibirla cuando ya no podamos hacerla. ¿Quién quiere vivir en esa paz? 
¿Quién quiere estar en el Cielo, o bajo tierra? La idea, me parece, no es descansar en paz, 
sino vivir en ella.Esa paz de los paréntesis (la que nos antecede y la que nos espera al final del camino) no es
 la que  buscamos.

Perseguimos, por el contrario, otra paz, una paz imperfecta. Que es, en definitiva, la única clase de paz a la 
que podemos apelar en tanto habitemos este mundo incompleto que nos toca.
Según la tradición mística del judaísmo, de hecho, nuestra misión aquí, en este mundo, es repararlo. Nos 
han dejado a cargo, y tenemos que ocuparnos de terminarlo, de completarlo y de restituir la unidad perdida.

¿Y con qué herramientas contamos para enfrentar esta tarea de reparación? La base de este trabajo, 
justamente, está en buscar la verdad, la justicia y el amor. Una trilogía que desemboca, más temprano que 
tarde, en la paz. Porque a eso aspiramos: a un estado del espíritu que nos permita llegar a ser paz. Sin 
amor, justicia y verdad, unidas como un todo, no hay paz posible. Son virtudes entramadas, como los hilos 
de una pieza  de tela. Paz en hebreo se dice shalom; en árabe, salam. Comparten un origen lingüístico y 
semántico. Remiten lo que está completo: shalem.

La paz es un estado del espíritu. Sí, pero también es una construcción concreta. Ser humano en la paz es 
asumir, como punto de partida, dos dimensiones: que no debemos dar ni buscar la paz, sino que tenemos 
que ser fuente de paz. Y que no hay ninguna posibilidad de que haya paz afuera si no la hay adentro. 
Recuperar la paz y vivir en paz con uno mismo es uno de los logros más trascendentes de nuestra existencia.


Conseguir la paz a nuestro alrededor puede ser una tarea titánica (o imposible), pero en nuestro interior
 tenemos  absoluta jurisdicción y soberanía. Y la mayor parte del tiempo, la verdad sea dicha, no estamos en
 paz con nosotros mismos. Por eso es clave intentar recuperarla.
Fragmento de mi libro Ser Humanos.


Gracias Sergio !!!!

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