El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Carl G.Jung Mi Homenaje

Viviana Vivarelli


Se la mente maschile pretende di stare fuori dal mondo e di analizzarlo e regolamentarlo da fuori, la mente femminile, partecipativa e simbiotica, si sente invece ‘dentro’ la natura, scaturisce dalla natura come lo zampillo al centro del laghetto.

 Come il fisico quantistico che non è mai di fronte all’elettrone ma danza con lui, così l’uomo non è mai fuori della natura, ma è dentro di essa come il pesce nel lago e, quando si muove il pesce, si muove anche il lago.
 Noi siamo immersi nell’I CHING, nella danza dei mutamenti. 

E anche la nostra fisica occidentale, a poco a poco, sta entrando in questa visuale del mondo visto dall’interno, del mondo come insieme di energie interagenti, dell’universo relazionale.

 E questa è una visione femminile. Ed è la visione di Jung. 


Si la mente masculina pretende permanecer fuera del mundo y de analizarlo y reglamentarlo desde el exterior, la mente femenina, participativa y simbiótica, se siente "dentro la naturaleza", surge de la naturaleza como el chorro en el centro de la laguna.

Como el físico cuántico que no se ha enfrentado a un electrón pero danza con él, así el hombre no se encuentra fuera de la naturaleza, está dentro de ella como los peces en el lago y, cuando se mueve el pez se mueve también el lago.
Nosotros estamos inmersos en el I Ching, en la danza de las trasnformaciones.

Y nuestra física occidental, poco a poco, está entrando en esta visión del mundo visto desde el interior, del mundo como un conjunto de energías  interactuantes, del universo relacional. 

 Y esta es una visión femenina. Es la visión de Jung. 


Jovanotti - Dipende



Depende  ...  depende del lugar desde donde observes el  mundo ...

jueves, 24 de noviembre de 2016

Elección


El acercamiento a toda nueva experiencia proviene de un  movimiento originado en los niveles no visibles de nuestro Ser.
El ego siempre se atribuye la elección y ésta es una de las ilusiones que necesitamos superar si abrazamos el camino de la verdad.  Él responde en acciones de conciencia cuando se subordina al Yo Superior o reacciona cada vez que ignora su funcionalidad como instrumento de fines e instancias superiores.
Todo proceso de despertar  de la Conciencia requiere de nuestra   capacitación en el descubrimiento de los móviles de comportamiento.

Cuando algo se moviliza en las profundidades todo el Ser necesariamente se involucra en la dirección señalada por el alma. Por ello debemos prestar mucha atención  a los estímulos disparadores que actúan como despertadores de conciencia.

Ten cuidado de la luna . 1ª y 2ª parte (playlist)


lunes, 21 de noviembre de 2016

Cayetano Arroyo


sábado, 19 de noviembre de 2016

S. Brizzi - Risveglio! L'esercizio Principe.



Despertar
Toda vez que no estamos en un estado de alegría, que no nos enamoramos del mundo y sufrimos por alguna razón, el motivo es que no logramos ver con los ojos del corazón todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

Nos lamentamos, nos enojamos, nos deprimimos, sentimos miedo y desaliento, gritamos nuestro fastidio, hacemos finalmente todo lo que estamos acostumbrados a hacer; pero, una vez vueltos hacia nosotros, aunque si sucede horas más tarde, comenzamos a pensar en modo contrario respecto del habitual: “estoy mal solo porque no tengo ojos para ver el mundo, de otro modo solo vería belleza”.

No soy yo que estoy mal sino el aparato psicofísico del cual soy huésped, mi naturaleza animal.
“El sufrimiento que esta máquina biológica está sintiendo, no es debido a algo que no está bien en el mundo externo, sino al hecho de que fue proyectada para sobrevivir, no para acoger la Vedad”.
“He tenido suficiente alucinación: quiero ver el mundo como es verdaderamente”.

Si queremos realmente despertarnos este ejercicio debe acompañarnos, a partir de hoy, y a lo largo de los próximos años de nuestra vida.
Tenemos que hacerlo con Fe y Voluntad, independientemente de los resultados tangibles.

El comportamiento de quien sabe de no tener “ojos para ver”, produce la tan anhelada transmutación alquímica del aparato psicofísico y la consecuente construcción del alma inmortal.
Es inevitable que esto suceda.

La observación es ya por sí misma portadora de transformación, y si se asocia a un nuevo modo de pensar, contrario del anterior adictivo, resulta increíblemente potente.

viernes, 18 de noviembre de 2016


jueves, 17 de noviembre de 2016

Eckhart Tolle. Parole dalla Quiete .Con traducción al castellano



La lucha contra la inconsciencia puede llevar a la inconsciencia misma.
Jamás será posible vencer la inconsciencia, el ego, mediante el ataque.
Hay que tener cuidado de no asumir una especie de misión para "erradicar el mal", pues podría convertirse precisamente en el "mal" mismo.
Todo aquello contra lo cual luchamos se fortalece, y aquello contra lo cual nos resistimos, persiste.
Hay una guerra contra  las drogas, una guerra contra la delincuencia, una guerra contra el terrorismo, una guerra contra el cáncer, una guerra contra la pobreza, y así sucesivamente.
Toda "guerra contra" esto o aquello, está condenada al fracaso.
Debemos reconocer al ego por lo que es: una disfunción colectiva, la demencia de la mente humana.
Cuando logramos reconocerlo por lo que es, ya no lo vemos como la identidad de la otra persona.
Una vez que reconocemos al ego por lo que es, es mucho más fácil no reaccionar contra él. 
Dejamos de tomar sus ataques como algo personal y comenzamos a sentir compasión cuando reconocemos que todos sufrimos de la misma enfermedad de la mente, la cual es más grave en unas personas que en otras.

Retorno a la sagrada feminidad


“Permitamos que los valores femeninos florezcan en nuestra sociedad a fin de cambiar la mentalidad de las personas. Es indispensable para construir una  paz duradera y  para el futuro de la humanidad.”
Dalai Lama


La Gran Sacerdotisa nos transmite:
 «en el principio no era el verbo,
era el útero de donde surge la vida»

Un renovado acercamiento de la ciencia a lo sagrado revela conocimientos ancestrales ocultos y censurados por una cultura racional y normativa.
Nuestra civilización ha sido patriarcal por tanto tiempo que se han descuidado los requerimientos de la vida misma al sepultar el gran temido y transformador  misterio  femenino  en las sombras de los tiempos.
El femenino oculto pasó a ser entonces su amenaza inconsciente y su gran herida, promoviendo en la mujer el distanciamiento de su esencia original.
 Tiempo y paciencia son necesarios para restablecer los valores de la antigua sabiduría femenina. Participar de esta labor en forma consciente es retomar la vía hacia el reino interior de la psiquis.
El vuelo de su alma será guía, señal y respuesta frente a su súplica cotidiana.
Un camino iniciático
La travesía consciente hacia el alma es un descenso a la tierra del misterio, al mundo invisible para los ojos  de la razón;  la tierra que espera pacientemente ser abrazada y recuperada como encarnación  del sagrado femenino.
La capacidad de contacto con las dimensiones invisibles es un aspecto de la energía femenina.

 La vastedad del océano del Inconsciente  llama de infinitas maneras a descender a lo secreto y misterioso del propio mundo desconocido.
Aceptar la invitación a construir ese espacio de intimidad con un sí consciente es nuestro compromiso a Ser Mujer
La mujer tendrá que aprender a descender a su mundo interno. Una decisión comprometida será su aliada para penetrar en los dominios  más profundos de su psiquismo.

Hay muchos tramos del camino donde la vida nos expone a una abrupta vastedad.
El pasaje resulta una iniciación ya que la densidad que nos  envuelve en el mundo cotidiano tiene que ir aligerándose  hacia un estado de mayor liviandad.
El regreso  al útero de la Gran Madre tiene la morada en profundidades que requieren una elongación progresiva y un grado de extensión que nos permita descubrir la vía del retorno.
Un nuevo camino se abre para quienes atraviesen el mundo subterráneo y se entreguen al proceso alquímico de la transformación.
Resulta un viaje difícil simbolizado por el abrazo del fuego purificador; necesario para disolver  las oscuras sombras de los estereotipos convencionales.
Una iniciación es una profunda experiencia de pasaje a un nivel de  mayor  conocimiento, claridad y descubrimiento. Siempre se desvanece una ilusión.


El encuentro con los depredadores del psiquismo
Enfrentar al depredador es  reconocer  y desafiar cualquier intromisión que obstaculice el proceso iniciático femenino.
Los aspectos socio-culturales y familiares pueden configurarse como depredadores alentando el despliegue de acciones «exitosas» para su mejor posicionamiento en el mundo.

El camino de una supervivencia engañosa la deja en manos del depredador, siendo la seducción y el engaño  sus vías de acceso.
Nuestros aspectos inmaduros e ingenuos desconocen su presencia, pues el depredador actúa desde las sombras del psiquismo, haciendo alianza con un ego herido, maltratado y necesitado.
Si la mujer no se ha iniciado aún en su propio reconocimiento se alejará de su propósito almico.


Peregrinaje interior
La vivencia femenina se experimenta en la quietud y en el reposo de las actividades mundanas.
Cuando la luz se atenúa y la respiración se aquieta un ser silencioso puede proyectarse hacia su interior.
Descendemos a nuestras profundidades sólo cuando  logramos apartarnos de las fascinantes ilusiones que nos  mantienen atrapados. Esta travesía sagrada es necesaria para reconocernos  en otros aspectos  todavía no revelados a nuestro yo consciente.
 Resulta ser un viaje iniciático por los tránsitos  difíciles a ser atravesados.  Este pasaje, por cuanto doloroso y abrumador,  es la garantía de una apertura transformativa.
Como todo proceso iniciático hay algo que tiene que ser entregado y sacrificado a favor del crecimiento y la madurez.
El sacrificio simbólico consciente activa los aspectos heroicos que impulsan el caminar.
La esencia femenina  es la receptividad. Urge permanecer quieta para escuchar la voz de  las entrañas y así tomar la fuerza del misterio de la vida inscripto en esas profundidades.
La imperiosa  necesidad de reconexión con la vida del alma está conduciendo a la mujer  a aminorar el impulso de complacencia frente a las demandas del mundo externo. 
Este movimiento automático de salida hacia un exterior generador de estereotipos y automatismos, se ve frustrado cuando ya no se puede contener la expresión del sentir.
Un fuerte estado de tensión promueve su detención dando lugar a un cambio de dirección y sentido. La mujer entonces puede, en este nuevo espacio, empezar a escuchar el llamado de su alma.


Una crisis iniciática
La inmersión en las profundidades  del reino femenino adopta la forma de una crisis, resultando amenazadora, para una sociedad que desconoce los ritos iniciáticos impulsados por el proceso evolutivo de la conciencia.
Una iniciación tiene lugar  cuando un gran movimiento nos sacude y nos lleva inevitablemente a una zona más profunda  e íntima.
El desafío es aceptar este estado de  impotencia, frustración e incertidumbre  que devendrá fuente de un nuevo conocimiento  que en la superficie de la vida es imposible de contactar.
El femenino profundo responde a la voz  de las entrañas que  instruye en todas las formas posibles: sensaciones corporales, intuiciones, sueños, y por  sobre todo, generando espacios de silencio  y  atenta observación a través de la inactividad.

Es  ser  llevada a las profundidades  para luego emerger a un nuevo estado de alerta conciencia  y cuidado para intimar en el mundo.
Resulta ser un pasaje iniciático no expresarse desde los habituales estereotipos reasegurantes,  moldeados por la cultura dominante y adoptar el lenguaje de la tierra del misterio invisible.
 El pasaje de la densidad a la liviandad nos ofrece una expansión  tal que requiere  ejercitarnos en nuevas maneras vinculares. 



Los ritos de iniciación femenina sacralizan  y honran los ciclos de la vida.
Las sociedades matricias, se caracterizaban por la conexión a la Madre Naturaleza, a la Madre Tierra, a la Divinidad femenina.
Su reverencia a lo cíclico y a los procesos del orden natural, devino en la valoración  de la vida y los valores femeninos.
Ciertas comunidades que aún hoy se perpetúan  en respetuosos rituales iniciáticos, contrastan con la violenta respuesta cultural imperante en nuestra sociedad.
Las mujeres comprenden mejor de que se trata el ciclo de la vida cuando se acercan a la caricia de la Diosa, a su divina esencia.  Aquellos hombres que entran a contacto con su parte sensible descubren esta caricia en sus propias almas.
El cooperativismo, la reciprocidad, la hermandad como armonía igualitaria, son los recursos del alma femenina como genuinos reflejos del alma de la naturaleza.
La sabiduría ancestral es patrimonio  del arquetipo femenino y las acciones que derivan de ella remiten a los tiempos donde la armonía y la cooperación consciente, las respuestas maternales y afectivas  constituían los valores  de las comunidades que rendían culto a la Gran Madre.
La  integración de estos valores en el mundo de hoy es el desafío del ego patriarcal  en su propio camino iniciático.
La urgente reconexión con los rituales de iniciación, olvidados en las sombras del tiempo,
aunque conservados en lo profundo de la psiquis, rescatará el valor sagrado de los  vínculos de hermandad entre las mujeres.

Una re-unión donde la jerarquía representaba la sabiduría, donde  el reconocimiento de la diversidad estaba sostenido en la hermandad y el bien común fue el modo vincular que caracterizó a las antiguas civilizaciones guiadas por el espíritu femenino.



 “El poder latente de las mujeres unidas es el recurso aún no explotado que la humanidad y el planeta necesita.
Sólo cuando las madres sean fuertes de espíritu, de mente y de cuerpo, habrá posibilidad de que los niños y niñas sean queridos y estén alimentados y a salvo.
Sería posible entonces que, al cabo de varias generaciones, las relaciones entre hombres y mujeres  experimentaran un cambio evolutivo  en beneficio de todos.”
                    Jean Shinoda Bolen: "Mensaje Urgente a las Mujeres"


Una renovada mirada: recuperar lo confinado
El miedo al misterio, al poder de lo oculto, es un depredador instalado desde pautas jerárquicas culturales que han determinado la ley y la norma excluyendo por completo la Ley de la Naturaleza.

El aporte de los aspectos lógicos y racionales del psiquismo, cuando se degradaron, renunciaron y combatieron  la sacralidad del femenino.
A lo largo del camino en la historia de la humanidad, el auge patriarcal afectó al femenino en su dimensión más profunda.
Dar a luz los propios aspectos degradados y confinados por los valores sociales imperantes es un acto de liberación, valentía y compromiso  con el proceso de individuación.
Integrar la vulnerabilidad es un signo de fortaleza necesaria para accionar desde un nuevo liderazgo no belicoso sino empático e inspirador.
Cuál es el espejo donde se mira la mujer?
Aquél que le devuelve la viva representación de la  Diosa Madre, la esencia sagrada, o el reflejo de una imagen construida por la cultura que sepultó su femenino divino?
El reino de las mujeres es el espejo donde se refleja la energía arquetípica de la Diosa, quien instruye desde la profundidad del océano del inconsciente, a honrar el Amor y la propia integridad.
Cuando estamos en contacto con el alma surge en modo espontáneo la compasión  que permite sentirme  en la piel del otro. Una vivencia compasiva nutre a quienes la experimentan.


Honrar la naturaleza femenina
La danza conecta a  la mujer con su sagrada feminidad. Es un modo de celebrar y honrar su sensualidad, su sexualidad y su corporeidad.
Es una vía de sanación al re-evocar la ancestral conexión de los atributos  femeninos con el espíritu de la divinidad.
Las culturas patriarcales provocaron esta desconexión y hoy es imprescindible su restablecimiento y curación.
La música, la danza, y toda expresión artística son poderosas medicinas purificadoras de  cristalizaciones y rigideces que debilitan la fuerza proveniente del corazón. 
Las nuevas inspiraciones florecen en  las moradas sagradas del alma y  se vierten en nuestra cotidianeidad  a medida que disolvemos  nuestras durezas.

Fluye como el agua y te  descubrirás  más sabia y amorosa.
Acaricia con dulces palabras cada brote inspirador de una vida nueva.
La sabiduría femenina está contenida en él.


Lic. Annamaria Saracco
Mis Publicaciones

domingo, 13 de noviembre de 2016

Franco Battiato - La Cura



Cuando el alma dispone, a fines evolutivos, configurar una escena para atravesar una crisis de sanación., todo nuestro ser se conmociona y siente un gran malestar. A nivel físico el cuadro puede resultar muy perturbador y el dolor y el miedo se intenifican en el plano emocional y mental.

La posibilidad de adentrarse en conciencia en estas vivencias potencialmente sanadoras es la que permite recibir el mensaje curativo del alma.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Hasta Cuándo? …..



El tiempo de permanencia en una determinada prueba es exactamente  el necesario  para completar su finalidad.
En primera instancia el proceso nos pide involucrarnos en la aceptación de que estamos atravesando una lección kármica.
Aceptar implica volver la mirada hacia el interior. Toda vez que pongamos la causa en el afuera nos negamos la posibilidad de sanación.
 El grado de aceptación aclara la percepción y la paz va surgiendo como un punto de luz desde nuestras oscuridades todavía no reconocidas.

Un paso de comprensión nos acerca al corazón y a ejercitarnos en la humildad de saber que todo deriva de la sabiduría de un  orden superior  que guía nuestro camino.

Intimidad


Una de las formas más solapadas de violencia es la encarnada por aquellos que, al negar su naturaleza inconsciente, viven disociados y alejados de los procesos que se desarrollan en una zona más profunda de si mismos.
Este desconocimiento impregna fundamentalmente su modo de relacionarse. La distancia que establece para sí mismo es directamente proporcional a la distancia que pondrá en sus vínculos. La búsqueda consciente del encuentro consigo mismo, impulsada por las necesidades transformativas,  está negada y por consiguiente  el mecanismo proyectivo inunda sus percepciones.
La cultura patriarcal descuidó los requerimientos del alma en su invitación a recorrer sus territorios en  la necesidad de contactar con otros aspectos de nuestra naturaleza, los que están fuera del alcance ordinario.
Los que sostienen una pauta patriarcal se defienden de la naturaleza femenina que pulsa por manifestarse en un mundo donde el control y el poder y las restricciones ocuparon un amplio espacio.
Entonces este modelo y aquellos que lo encarnan permanecen lo más inconsciente posible de todo efecto de contacto íntimo.
Viven desvitalizados y necesitando nutrirse de la energía de femeninos externos ya que no pueden generarla en el contacto con su anima.
Sus elecciones vinculares, en el caso de hombres, son mujeres con marcadas tendencias masculinas, desde un fuerte  temor al contacto con su femenino interno, aunque cada vez con mayor prontitud esta elección los continúa frustrando.
 La posibilidad de encontrarse con una verdadera energía femenina es necesariamente un desafío puesto por su propia alma. Poder entrar en un vínculo que le permita mirarse en su aspecto tan temido es una gran labor. Sólo aquellos que puedan sostenerlo podrán iniciar el camino de encuentro con el alma femenina. Si sus mecanismos de control y expulsión prevalecen por sobre esta oportunidad de crecimiento e integración la experiencia se diluye dejándolo en una situación de empobrecimiento psíquico.

Annamaria Saracco

viernes, 4 de noviembre de 2016


martes, 1 de noviembre de 2016

Elisa - "L'Anima Vola" - (official video - 2013)



Cuando la vida te sorprenda y te invite a volar no te alarmes ... acepta su mano y déjate fluir en sus vientos y en sus mares eternamente cambiantes rumbo al océano de la Conciencia.

Es el alma la guía y la movilizadora de frescas y renovadas energías. Es hora de sacudirte de rutinas opacas y de brillar en nuevas formas de manifestación. Acércate a aquél compañero de viaje que veas danzar  la música de su alma.

Aunque ten cuidado de no ser tú quien detenga su movimiento ... acércate para que sus energías te permitan aprender nuevos pasos.

No pretendas crecer en las rutinas. Es el movimiento el generador de música.

Y siempre la música enriquece y da brillo a la vida. Déjate sorprender entonces por aquellos eternos buscadores de nuevas melodías.

Indagando nuestros automatismos


Nuestra vida rebosa de un sin número de hechos que si pudieran ser reconocidos e indagados serían una fuente de conocimiento invalorable sobre la necesidad de transitar determinadas experiencias.
No hay intención más auspiciosa que aquella de necesitar aventurarse en las propias vivencias  ejercitando su mirada interior en la búsqueda del hilo que entrelaza causas y efectos.
Sin duda esta decisión surge siempre de un quiebre, de algo que permita  el resquebrajamiento de estos automatismos. Ellos se encuentran muy  acomodados formando parte de una estructura bien conocida que ilusoriamente crea sostén y poder.
Hasta que necesitemos de ellos nuestros comportamientos serán reactivos  y necesitarán de vínculos donde se instalen patrones que reediten luchas de poder.
Los automatismos buscan perpetuarse y ahí donde los habilitemos estaremos negando  la conciencia.
Sin la conciencia el camino  hacia la Luz es imposible. La transformación exige una conciencia participativa y activa.
 Las bellas palabras son genuinamente  bellas porque provienen de su patrón vibratorio. Pueden ser bien reconocibles las palabras pronunciadas desde un automatismo porque su mensaje solo puede transmitir repetición sin contenido comprensivo.

El abordaje terapéutico de Vidas Pasadas ofrece un camino a quien se acerque impulsado por una genuina necesidad de “completud”.